Un año más que nos dice adiós, donde la población estuvo expectante, sabiendo superar la incertidumbre, lo que viene más allá de las miradas políticas tan sesgadas por su fanatismo.
Se instaló sin querer siendo una especie de pedido, como un ruego de toda la ciudadanía, que la Argentina se encamine definitivamente por la senda de la normalidad y el progreso.
Este país y esta ciudad que es como nuestro lugar en el mundo nos ayudan a despedir un año más, por eso decimos que aquí vamos a estar para el año que se avecina, donde la SOLP cumplirá nada más y nada menos que sus cien años de existencia.
Aquel puñado de “dentistas” en un mundo y una ciudad muy diferente a la actual, fundaron esta entidad, la que recorrió un largo y complejo camino atravesado por golpes de estado, conflictos bélicos y crisis económicas de todo tipo, además de las cuestiones y polémicas internas de la profesión.
Pero hasta acá llegamos, y estamos deseosos que arribe el día para poder gritar a los cuatro vientos que alcanzamos nuestro centenario.
Por esta casa pasaron centenares de colegas, de socios, de dirigentes que dieron lo mejor de sí para que esta institución entrañable, fuera y continúe siendo una casa de sueños.
Por supuesto de nuestros sueños, de aquellos que no figuraran en la primera plana de ningún diario, ni noticiero, pero que son y serán hermosos desafíos para poder continuar con lo que más anhelamos, defender y capacitar al socio para brindar la mejor salud a nuestros pacientes.
Por supuesto que a lo largo del tiempo hubo diferencias, debates, conflictos y también encontrados puntos de vista que llevaron a elecciones, todo ello tan necesario como el aire que respiramos.
Tal vez por eso se mantuvo viva la llama de esta entidad, que solita en este mundo de la odontología se fue ganando un lugar de respeto y porque no, me atrevería a decir de admiración.
Que el año que se avecina, donde se cumple nuestro centenario no nos falten nuevos sueños por cumplir y grandes proyectos para realizar.
Feliz 2025 con salud, trabajo y prosperidad, para todas las socias y socios de la SOLP.
