Gracias a todos los presentes en especial a quienes cumplen 25, 35 y 50 años de socios de la SOLP, estos últimos las han pasado todas y podríamos decir también que las conocen todas.
Un fuerte aplauso para todos ellos.
No podemos pasar por alto que la profesión en su vínculo con la seguridad social, está atravesando seguramente uno de los momentos más difíciles de su larga trayectoria.
Perforada por un mar de dudas que van de izquierda a derecha del arco político, hoy podemos afirmar que su futuro tal cual fue concebida es incierto.
Seguramente hay cosas para cambiar, hay aspectos a modificar y tal vez exista cierta añoranza por los tiempos idos, lo que transforma en una larga y aciaga letanía al tiempo presente.
Con esto no hago referencia solamente al prestador que es uno de los extremos de este sistema, también hago presente al paciente, el cual deambula muchas veces sin encontrar respuesta a su atención y esto quiebra un pilar del bienestar que supo lograr nuestra patria.
Me refiero al estado de bienestar, hoy denostado y vapuleado injustamente desde las más altas esferas políticas, tal vez con cierto derecho, porque hay un contrasentido en hablar de estado de bienestar y contar con más del cincuenta por ciento de pobres.
Sin embargo fue esa concepción la que permitió prolongar la esperanza de vida, además de mejor calidad de vida de los ciudadanos, donde nosotros como cuerpo colegiado tuvimos y tenemos mucho que ver.
Frente a este panorama el odontólogo que es un emprendedor nato, entendió el cambio y mutó por otros caminos más solitarios, más individuales, pero seguramente más rentables.
No tenemos nada que objetar al respecto desde el terreno personal, solo lamentar desde lo institucional que muchos excelentes profesionales ya no estén en la seguridad social.
Pese a todo nos quedan dos armas fundamentales para cambiar esta historia. Una es la convicción más profunda que el camino de la seguridad social no se puede abandonar así porque sí. Esto lleva inmersa la palabra esperanza, palabra profundamente cristiana si las hay.
La otra herramienta es nuestra entrañable vocación al diálogo, que se expresa en buscar desde el disenso, los consensos necesarios para llegar a acuerdos duraderos.
Estoy seguro que tendremos éxito si logramos estar unidos detrás de nuestras instituciones, las que permitieron que en este distrito la profesión este organizada y con buen dialogo entre las mismas.
En esa tarea debemos estar todos los dirigentes, superando las vanidades y pedanterías que podamos haber acuñado con el paso del tiempo.
Que el ladrido de algunos perros que aparezcan en el camino no nos haga perder el rumbo anhelado.
Por último desde la SOLP seguimos apostando fuerte al futuro de la profesión, con más cursos, diplomaturas y especialidades.
En este marco les quiero anunciar que dentro de muy poco inauguraremos un centro de capacitación digital a nivel institucional, que va a ser uno de los más grandes de la Argentina, asociándonos en tal condición con empresas para actualizar información y servicios para el socio.
Por eso les agradezco a todos por pertenecer y por llevar bien alto nuestras banderas que son las que la historia reflejo en esta institución.
Simplemente se trata de recordarlas para tener el espíritu de la SOLP y ahí están: la libre elección, la defensa del sistema solidario y la educación continua y permanente.
A todos los presentes muchas gracias por su atención.
*Palabras del Presidente de la SOLP en el homenaje a los socios que cumplieron su aniversario con la entidad.
